viernes, 8 de noviembre de 2013

Evasión


Panky salió raudamente del lugar, la idea era ser rápido, no mirar atrás, no dar pie a lujuriosas provocaciones, aunque sabia que en un futuro podría llegar a arrepentirse de tal movimiento, sabia que en ese momento hacia lo correcto.

Ya en la calle se calmo, prefirió caminar de regreso a casa. No estaba cerca, pero sospechó que le haría bien. Algo en él había cambiado, pero no sabía precisar qué. 

Thalia le había devuelto la confianza, sí, pero había otra cosa difícil de identificar. Se sentía bien, estimulado, nuevo.  

Panky se sorprendió de cómo en tan poco tiempo uno podia pasar de fracasado y desafortunado con las mujeres a un adonis y conquistador- Debo estar en mi tiempo de vacas gordas -Pensaba mientras se detenía en el cruce de la avenida la cultura con Tacna. En ese momento un auto con dos chicas pasó delante suyo. Tuvo tiempo de mirar por unos segundos a la muchacha delgada de cabello crespo y coquetamente desordenado que iba en el asiento del copiloto. Ella también volteó, inesperadamente le ofreció una sonrisa tímida, una sonrisa que lo desarmó primero y al instante siguiente le arrancó una microscópica e imperceptible mueca de felicidad- definitivamente "estoy de moda"-pensó.
El celular comenzó a sonar incesantemente, en la pantalla se podía leer claramente "Thalia", tuvo la disyuntiva de contestar pero colgó- Tengo que alejarme de Thalia -pensó.

Alejándose, Panky pretendía dos cosas: evitar ilusionar a Thalia con la utopía de estar juntos y dar drástica vuelta a la página para concentrar toda su atención en Pamela. Sin embargo lo único que consiguió Panky con esa actitud fue que Thalia triplicara obsesivamente sus llamadas.

Hagamos un parentesis en la historia, se que muchos se preguntan: ¿en verdad le está pasando todo esto a Panky?, ¿A ese ser desordenado y sin suerte en el amor, a ese torpe que estuvo idiotizado primero por Lorena y luego por Sandra, Pamela y Thalia?, ¿A este ser sin suerte y con la vida amorosa digna de un programa de Laura Bozzo?, ¿acaso en algun momento aparecera "Panky despertó y se dio cuenta que todo era un sueño"?. Solo diré que en esta vida, todo da vueltas... Ademas como dijo alguna vez la gran pensadora Tilsa Lozano: Panky es Soltero y hace lo que quiera.

viernes, 21 de junio de 2013

El Hotel

Panky dejó sólo a un desconcertado Mauricio, y se dispuso a coger el primer taxi que pasaba

- A donde lo llevo?
- Av la cultura, Thalia, El hotel, 452... pero yaaaaaaa!!

Panky solo repetía, Thalia, hotel, Thalia, Hotel, no podía pensar en otra cosa, la calentura lo cegaba, su corazón se aceleraba, Aunque estaba muy desconcertado y quizás enamorado de Pamela, Panky no pudo resistir el deseo natural que Thalia le despertaba. Le fascinaban su parquedad, su astucia, su desparpajo, su visión retorcida de muchas de las cosas que el resto de mujeres homenajeaba.

Pronto llegó a su destino cerrando la puerta del taxi se acerco a la recepción de dicho hotel.

- Buenos días habitación número 12 por favor.
- Claro lo están esperando, segundo piso a la derecha.
- Muchas gracias.

La subir las escaleras Panky se ponía cada vez más nervioso, aunque parezca difícil de creer, esta era la primera vez que lo iba a hacer en un hotel, le sonaba tan clandestino, ilegal, y por alguna razón eso le resultaba excitante.

Al llegar a la habitación Panky sintió una fuerte sensación de remordimiento- "Que estoy haciendo" -se preguntaba a si mismo- no puedo hacerle esto a Pamela, ella por fin dio muestra de interés hacia mi, y yo en vez de retribuirle y declarar mis sentimientos me comporto como un perfecto idiota... debo salir de aquí! -pensó decidido.

La puerta se abrió, antes de que siquiera hubiese tenido oportunidad de tocar, Panky reaccionó con susto. El rechinar de las bisagras desaceitadas lo trajo de vuelta al presente.

- Panky, hola. Te vi llegar por la ventana. Dale, entra -Dijo una espectacular Thalia, que haciendo gala de todo su desparpajo e insolencia llevaba puesto solo una toalla.
- Qué tal, Thalia. Cómo estás -Dijo un tembloroso Panky que en ese momento estaba enmarañado en emociones agitadas.

No sabía como salir de tal situación, en realidad se trataba de luchar contra el deseo natural, salvaje y a la vez egoísta que significaba "tener" a Thalia; ahora se daba cuenta lo valioso que hubiese sido frenar su ímpetu desde el inicio del cortejo.

Panky decidido a alejarse. No bruscamente, claro, porque eso (estaba seguro) provocaría en ella una reacción violenta. Tenía que hacerlo poco a poco, lento, lo suficientemente lento como para sugerir que se trataba de un desafortunado mal entendido.

Y claro, como ya estamos acostumbrados a lo ingenioso, agudo, calculador y sobre todo sutil actuar de Panky, el dijo:

- Thalia, lo siento... me equivoque de... hotel!.. me voy cuídate!

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