Pelea
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A lo lejos, Sara me mira con compasión, sospecho que ha estado disfrutando todo el espectáculo, como la típica chica que secretamente adora que dos fulanos se peleen por ella, y ella, por supuesto, se va contenta con el ganador como quien lo condecora, sintiéndose un premio bien merecido; un pensamiento machista debo decir.
Es la primera vez que me botan de un lugar, hay gente mirándome con lástima; yo solo atino a lanzar improperios sin destinatario; estoy más ebrio de lo que sospechaba, pienso en el fondo que al expulsarme del local, los de seguridad, me han salvado de una paliza; si la pelea hubiera durado unos minutos más, seguramente ahora estaría en alguna clínica esforzándome por mover mi cuerpo.
Cuando estoy decidido a largarme del lugar veo a Sara salir con su ex enamorado, me miran y se acercan hacia mi; tomo aire, hago acopio de toda la rabia acumulada, y entiendo que ha llegado el momento, me van a masacrar, aprieto la mandíbula, cierro los puños y me encomiendo velozmente a la Virgen del Chapi.
Para mi sorpresa la cara del ex ha cambiado, de bulldog rabioso mutó a una cara gentil y amistosa.
- Lo siento compadre. -dijo para asombro mío, lo dijo a regañadientes, como si se tratase de un niño obligado, Sara lo estaba forzando, luego la cogió de la mano y se fueron juntos, Sara sólo atino a decir en voz baja "Lo siento".
Que rayos ha pasado aquí; la primera pelea oficial de mi vida acaba de ser suspendida, la borrachera se me ha pasado. La gente que nos había rodeado, esperando seguramente un espectáculo, una gresca; se retira defraudada.

¿Es cierto que las mujeres masajean su ego cuando dos hombres se van a las manos por ellas? ¿Es preferible ser un tipo honorable pero ileso? ¿O es mejor que te rompan la cara antes de que te rompan el corazón?.
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