Desconcierto
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El tiempo avanza, cada vez
falta menos para ver a Pamela, Panky fue adquiriendo todos los matices posibles de turbación, su ímpetu se tradujo en desconcierto, su alegría se tornaba en miedo- ¿Ahora que diablos digo? -Convencido de tener la más romántica declaración de amor hacia ella, pero no sabía que decir (como sabemos Panky no es bueno en este
aspecto), primero tenía unas ganas increíbles de besarla, tocar esos
labios carnosos y brillantes con los suyos parecía ser su meta más cercana,
esos labios tan perfectos que invitan a probarlos y apetece hacerlos sonreír todo
el tiempo, el miedo volvía a tornarse en emoción- Esto tiene que salir perfecto
-pensaba mientras agarraba el celular y rediscaba a Pamela; luego de varios
intentos la llamada entró al buzón de voz, intentó dejarle un mensaje pero
rápidamente pensó que lo mejor sería aparecer ahí, así que se dió prisa.
Pamela escuchaba todas las quejas
de Thalia, ya estaba acostumbrada a todos los discursos fanfarronescos que ésta
ofrecía, pero esta vez era diferente, no era la historia de como otra ves un
chico trato de invitarla al cine o a beber algo y Thalia lo dejaba plantado o
simplemente lo "choteaba", no, esta vez era diferente esta vez ella
había sido burlada, despreciada y de una forma tal que era un golpe muy duro a
su orgullo.
- ¿Es en serio? ¿te dejo así?
- Si ese idiota, osea que se
cree, ¿a mi? a Thalia Rivadeneyra nadie le hace eso
- Tranquila Thali...
- ¡No, tranquila nada!,
¡esta me la va a pagar!
- Pero, ¿qué piensas hacer?
- Tú me vas a ayudar.
- Mira Thalia disculpame pero no
tengo tiempo de tus niñerias, espero a alguien...
- Osea prefieres verte con
"alguien" ¡antes de atender a tu mejor amiga!
En ese momento sonó el timbre de
la puerta, Pamela vió rapidamente su reloj y entonces entró a su recámara a
arreglarse- Por favor Thalia abre la puerta y dile a ese "alguien"
que pase y se ponga cómodo, quedamos en salir.
- Si claro ahora resulta que soy
tu "natacha".
- Jajaja ya abre la puerta de una
vez.
- Esta bien.
Thalia se dirigió a la puerta muy desanimada, pues no había terminado de diseñar su maquiavélico plan- ¡Ya va! -gritó al escuchar el insistente sonido del timbre.
Grande fué su sorpresa al abrir
la puerta
- ¡Panky!... Ahora entiendo.
- ¡Thalia!... ¡Tu!...
- ¡Lo sabía!¡Sabía que
no podías resistir!, así que me seguiste hasta acá, que lindo.
- Thalia.. yo...
- No digas nada, esta bien te
perdono, pero vámonos ya, mi amiga espera a alguien y será mejor dejarlos
solos.
- ¡Espera, Thalia!
Thalia lo cogió del brazo y se
fueron, Panky tardo en reaccionar de alguna forma el no oponerse le daba tiempo
para aclarar la situación, esta treta mental significaba no ver a las dos
a la vez, pues no hubiera sabido que decir- Estoy jodido -Se dijo mientras Thalia no
paraba de hablar y vanagloriarse por su "objetivo cumplido".
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